"Desde el punto de vista académico, el período 1973-75 fue un caos total: el peor en la historia de la carrera"
Juan Mocchiutti nació en Rafaela en 1934. Se graduó en la Universidad Nacional de Córdoba, primero como licenciado en Psicología y después como doctor en Psicología. Entre 1964 y 1967 dictó las cátedras de Historia de la Psicología y Psicología Diferencial en la Universidad Católica. A partir de 1967 fue profesor en la carrera de Psicología de la UNC. Luego, desde 1969 hasta 1971 estudió en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. En septiembre de 1972 volvió a dar clases en la Escuela de Psicología de la UNC: ganó el concurso por la titularidad de la cátedra Historia de la Psicología, y continuó al frente de la materia hasta su jubilación en 1997. En 1982 obtuvo el doctorado en Psicología, con una tesis titulada 'Un estudio sobre la imagen paterna y su significación en la conducta religiosa del hombre'. Allí combinaba las teorías psicoanalíticas con planteamientos filosóficos que incluían el problema de la dimensión religiosa del hombre. La presente entrevista fue realizada a través de email el 16 y 17 de septiembre de 2016, y en el domicilio de Mocchiutti, en el barrio Colinas de Vélez Sarsfield, el 2 de noviembre de 2016.
- ¿Recuerda acciones de estudiantes de la carrera de Psicología de la UNC en contra, o a favor, del poder político o de autoridades de la Facultad entre 1973 y 1976?
- La Facultad estaba muy ideologizada. Había grupos de activistas que entraban en pleno desarrollo de alguna cátedra, se burlaban e incluso agredían al docente, como sucedió con la profesora Hermelinda Fogliatto [en 1973]. Las autoridades de entonces no ponían límites: podría nombrarlas pero no hace al caso. Desde el punto de vista académico, 1973-74 y parte de 1975 fueron un caos total: el peor período en la historia de la carrera. Hubo estudiantes que concluyeron la licenciatura en menos de dos años, porque se había eliminado la tesis y se incumplían diversas normas.
- ¿Conoció usted acciones explícitas del poder político contra estudiantes y docentes de Psicología, dentro o fuera de los ámbitos de la Facultad y la Universidad en esos años?
- En 1975 hubo cambio de autoridades [de la Facultad] ([1]): algunas tenían capacidad y muchas otras eran ineptas. Eran menos activistas que las anteriores [los que habían ingresado en coincidencia con la presidencia de Héctor Cámpora y la gobernación de Ricardo Obregón Cano en 1973], pero sin ideas sobre la Universidad más allá de las ideologías ([2]).
- ¿Supo usted de acciones de inteligencia que incluyeran la infiltración en las actividades académicas o político-partidarias de la carrera de Psicología en el período 1973-76?
- Desconozco si las hubo. Lo que está claro es que en los años 1973-74 predominó el peronismo de izquierda, tipo guerrilla; y después, en 1975, el peronismo tirando a la derecha, contrario a la guerrilla.
- ¿Recuerda si por entonces existió en la carrera cierta reacción contra materias consideradas "pro-norteamericanas", como Psicoestadística y Metodología de la Investigación?
- Cuando se creó la carrera de Psicología en 1958 existía el convencimiento de que cabía dotarla de materias como Psicoestadística y Metodología, que hicieran posible la investigación. En ese momento no hubo reacciones contrarias. A fin de cuentas, las asignaturas no tienen ni nacionalidad ni camiseta ideológica. Recuerdo que en 1960 se dictó por primera vez la materia Psicología Social y estuvo a cargo de un profesor norteamericano ([3]). Llamaron la atención los contenidos tratados: eran muy distintos a los que se abordaban habitualmente en la carrera.
- ¿Conoció usted casos de ingreso de personas armadas a las aulas de la carrera de Psicología en 1973-76?
- Sí, había inscriptos que concurrían armados: eran del ERP y grupos semejantes. Iban a encontrar adeptos, dejaban revistas y escritos varios, y a veces intentaban interferir en las clases. En algunas ocasiones preguntaban sobre el marxismo pero se terminaban callando porque no podían argumentar: sólo enunciaban frases hechas, que no podían respaldar ni evidenciar en el diálogo. Eran pocos y generalmente se quedaban en el fondo del aula. Los mismos estudiantes los hacían callar.
- ¿Supo usted de estudiantes o docentes que hayan dejado de asistir a la Facultad por motivos vinculados a la situación política de esos años?
- Hubo numerosos alumnos que abandonaban, por varios motivos: la devaluación de la carrera, la agresividad latente que había en la Facultad y la falta de claridad conceptual sobre las áreas de la profesión.
- ¿Recuerda casos puntuales de reemplazos de docentes de la carrera de Psicología, vinculados a cuestiones ideológicas, entre 1973 y 1976?
- Los profesores de las cátedras eran generalmente contratados por el año académico, y cada 1º de abril se sabía si seguían o no. Si eran reemplazados al final del contrato no había modo jurídico de defender su continuidad. Los que estábamos por concurso teníamos cierta estabilidad, pero en ese entonces éramos solamente cuatro en esa condición. La cambiante designación de autoridades no académicas sino políticas creaba inestabilidad, por motivos seguramente ideológicos.
- ¿Podría realizar una enumeración tentativa acerca de cuáles fueron las principales corrientes teóricas de la carrera en los años 60-70?
- Desde la creación de la carrera en 1958 hasta bien entrados los 70, la corriente imperante fue el psicoanálisis. Nosotros nos formamos con un grupo de psicoanalistas porteños entre los que estaban José Bleger, Marie Langer, Jorge García Badaraco, Enrique Pichon-Rivière, Arminda Aberastury y varios más. Después emergió el neoconductismo, la Gestalt, el lacanismo importado de Buenos Aires y otras líneas teóricas, que fueron incorporándose sucesivamente.
- ¿Recuerda qué posición adoptaron las autoridades de la carrera y la Facultad respecto a los gobiernos de la provincia y el país durante 1973-76?
- Cada nueva autoridad [nacional] designaba a sus adláteres [en las Facultades], los cuales evidentemente no manifestaban oposición. Sólo lo hacían los grupos desplazados o los que pretendían acceder por la fuerza.
- ¿Había grupos antagónicos en el cuerpo de docentes o de autoridades de la carrera en la primera mitad de los años 70? ¿Existía lo que se conoce ahora como "la grieta"?
- Las grietas siempre existieron. Creo que son válidas si hay respeto y calidad académica, pero en la carrera de Psicología estuvieron vinculadas a la confrontación por espacios de poder y tuvieron muy poco que ver con la ciencia.
- ¿Estuvo usted en una cátedra paralela a la del profesor Gerardo Mansur? Si fue así, ¿cuál era el motivo de esa separación? ([4])
- Yo gané la titularidad de la materia [Historia de la Psicología] en concurso nacional por unanimidad del tribunal. Pero las autoridades de la carrera, por presión de grupos pseudomarxistas, crearon una cátedra paralela aduciendo que había muchos alumnos inscriptos. La verdad es que deseaban retener a su candidato, [Gerardo] Mansur, que era uno de los que había perdido el concurso. Su curso no tenía más de 100 alumnos, sobre un total de 1400 inscriptos. Funcionaba sólo para los adeptos, gracias a la inoperancia de las autoridades. Recuerdo que él había sido un alumno mediocre en mi cátedra durante l964 en la Universidad Católica de Córdoba. La separación de asignaturas no se debió a razones académicas sino a una cuestión ideológico-política.
- Cuando la Facultad cesanteó a Mansur en 1975, ¿los alumnos de su cátedra fueron incorporados a la que dictaba usted?
- Mansur no era profesor por concurso y en 1975 no le renovaron el contrato. Todos sus alumnos regularizados fueron admitidos para rendir pero debían hacerlo con los contenidos del programa de la cátedra A.
- ¿Existían situaciones similares en otras materias?
- No, no hubo otras cátedras paralelas ([5])
- ¿Qué recuerdos tiene del profesor Franco Murat?
- Murat no se llamaba Franco sino Francesco. Había nacido en Zara, ciudad de Croacia actual, por entonces bajo el Protectorado de Italia. Él apareció en Argentina con un pseudotítulo de 'dottore in Pedagogia de la Universtà di Urbino', de tres años de duración y nueve materias, que había obtenido en 1948. A comienzos de los 50 se cobijó en [la Facultad de] Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Cuyo, en San Luis ([6]). Allí le otorgaron una equivocada equivalencia en la Escuela de Pedagogía [y Psicología]: he tenido el título original en mis manos. De pronto, Murat apareció [en Córdoba] como doctor, pero nunca se supo el título de su tesis ni la correspondiente defensa. Luego, en 1963-64, cuando el director de la carrera de Psicología era [Raúl Alberto] Pierola ([7]), Murat ganó un concurso para la cátedra de Psicometría, en la que no tuvo opositores. Nunca cursó ninguna materia con un título psicológico pero se dio el lujo de intentar borrar la carrera y enviarla como auxiliar de la Medicina ([8]). Yo he sido un adversario permanente de su actuación.
- ¿Sabe usted por qué las autoridades militares lo eligieron a él para dirigir la carrera de Psicología tras el Golpe de Estado de 1976?
- Supongo que los militares lo convocaron porque era uno de los pocos profesores que figuraba como concursado. Pero su actuación obcecada hizo que lo reemplazaran a los pocos meses, en octubre de ese mismo año. Murat fue un no-psicólogo que vivió de la Psicología, y se pasó la vida desvirtuándola ([9]). Él aceptó que se cerrara el ingreso a la carrera en 1976 ([10]).
- Enrique Saforcada ha escrito que Murat le entregó una lista de docentes subversivos al interventor militar de la carrera en 1976. ¿Le parece posible?
- Tengo certeza de ello. Él señaló a sus adversarios académicos como si fuéramos de la guerrilla. Yo he sido uno de su lista negra: quedé casi dos meses fuera de la Universidad, encuadrado en la Ley Antisubversiva. Por supuesto, discutí sobre esta cesantía con el rector [comodoro Jorge Luis Pierrestegui] y con el interventor de la Facultad [mayor Ricardo Romero]. Estuve a un paso de volver a Bélgica, donde me habían ofrecido un cargo en la cátedra del profesor Antoine Vergote, que había sido mi padrino de tesis ([11]). Pero logré que reconocieran mi no-pertenencia a grupos ideológicos y retomé la cátedra [Historia de la Psicología] a fines de mayo.
- ¿Cómo fue el proceso por el cual usted pasó de estar cesanteado en abril-mayo de 1976 a ser el director de la carrera en octubre de ese año?
- Después de que me reincorporaron en mayo de 1976, fui nombrado como segundo secretario académico (de los tres que se designaron) para resolver el caos existente y agilizar los trámites en las Escuelas de Psicología y de Ciencias de la Educación. Luego, en octubre de 1976, el decano me propuso la dirección de la carrera de Psicología: le solicité un día de reflexión, y lo primero que hice fue hablar con varios docentes titulares y adjuntos para conocer opiniones y verificar su apoyo. Ellos me estimularon para que aceptara. De todos modos le dije al decano que sólo iba a ocupar el cargo si: 1) se reabría la inscripción en la carrera; 2) se modificaba el plan de estudios; 3) se iniciaban los cursos de posgrado en las diversas áreas de la psicología... Es sabido que tales objetivos se cumplieron en el término de poco más de dos años. Además debo decir que en 1978 realicé la primera propuesta para convertir a la Escuela de Psicología en Facultad y defendí ese proyecto con expediente y personalmente en el Consejo Superior de la Universidad. Durante esos años renuncié repetidas veces a la dirección, que era ad honorem, porque me obstaculizaba la docencia en las dos cátedras en la que estaba a cargo. Además consideré que la Escuela ya estaba marchando bien. Pero cada año renovaban mi designación, hasta que en 1984 dije basta.
- ¿Conoció usted al profesor Gabriel Pautasso? ¿Qué función cumplía en la carrera y/o en la Facultad en el período 1973-76?
- Lo he conocido como docente en una cátedra de la carrera de Historia [de la Facultad de Filosofía de la UNC]. Además él trabajaba en el área económica de la Facultad en horarios de mañana.
- Se ha dicho que en el siglo XX hubo en Argentina "una psicología perseguida y una psicología perseguidora": una persecución de unos psicólogos hacia otros. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?
- Muchas veces, la vigencia de las teorías imperantes no tiene tanto que ver con un intento de apertura y profundización sino con el enfrentamiento de grupos de poder ideologizados. Puede parecer entonces que hay una psicología perseguida y otra que actúa como perseguidora, pero sustancialmente no es así.
Referencias
[1] En enero de 1975, Carmelo Felauto (1922-1987) reemplazó a Raquel Ferrario como decano de la Facultad de Filosofía de la UNC. Dice Eduardo Cosacov: "Felauto simpatizaba con la derecha peronista pero no pertenecía a los grupos más brutales sino que tenía predisposición al entendimiento y al diálogo. Era moderado. Cuando yo lo conocí era alguien con quien se podía conversar. De todos modos fue muy resistido. Y quedó desplazado cuando se produjo el Golpe de 1976".
[2] Basándose en documentos oficiales de la UNC, la historiadora Marta Philp señala que la Facultad de Filosofía reincorporó en 1973 no sólo a docentes de izquierda, como el psiquiatra Paulino Moscovich y la filósofa María Saleme de Burnichon, sino también a exponentes del pensamiento conservador, como Carmelo Felauto y Nimio de Anquín (Philp, 2011).
[3] Probablemente se trate de un docente descripto por Angélica Dávila como "un abogado que daba una sociología yanqui, con conceptos como los de rol y status". Dictaba Psicología Social I: fue desplazado en 1973 y reemplazado por Enrique Saforcada.
[4] En otras entrevistas de este trabajo, los psicólogos Raúl Gómez y Angélica Dávila habían señalado que a principios de los 70 había dos orientaciones en la cátedra Historia de la Psicología: en una estaba Gerardo Mansur y en la otra Juan Mocchiutti.
[5] Según Angélica Dávila, había cátedras paralelas en varias materias: "en Psicopatología, por ejemplo, un curso estaba a cargo de Teodoro Isaac y el otro era dictado por Carlos Cornaglia".
[6] La Universidad Nacional de Cuyo tuvo sedes en Mendoza, San Juan y San Luis desde su fundación en 1939 hasta mayo de 1973, cuando el gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse oficializó la creación de las Universidades Nacionales San Juan y San Luis, apenas unos días antes de entregar el mando al presidente Héctor Cámpora. Las nuevas universidades fueron creadas en el marco del denominado "Plan Taquini", que a partir de 1968 había impulsado la fundación de centros de estudios superiores en varias provincias, ante lo que se consideraba un desborde de la capacidad de las grandes Universidades nacionales.
[7] En 1956, Raúl Alberto Pierola se convirtió en el primer director de la Escuela de Psicología y Pedagogía de la UNC. Tres años antes, en 1953, había sido dejado cesante en sus cargos en la Universidad de Tucumán "sin especificación de causa o motivo alguno", expresión usualmente utilizada para aludir a diferencias ideológicas y políticas respecto al gobierno. En 1954, Pierola se fue a dictar Psicología en la Universidad de Los Andes, en Bogotá, Colombia, y al año siguiente regresó al país tras la caída de Perón, nuevamente como profesor en Tucumán. Tras la creación definitiva de la licenciatura en Psicología de la UNC en 1958, fue designado director del Departamento de Psicología (encargado de la organización de las actividades docentes) y del Instituto de Psicología (centro de investigaciones de la disciplina). Su designación respondió a cierta simpatía con el gobierno de la Revolución Libertadora, o por lo menos con alguna clase de oposición al peronismo. Además se encontraba favorecido por haber desempeñado numerosos cargos docentes y por haberse capacitado en el exterior: concretamente, en las Universidades de Columbia y Minnesotta, donde se había formado en Gestalt y en psicología existencial (Ferrero & Altamirano, 2011).
[8] En 1967 se promulgó la Ley Nacional 17.132 (Presidencia de la Nación, 1967), conocida también como Ley de Holmberg o Ley de "los tres no", que regulaba el ejercicio de la medicina, la odontología y actividades de colaboración. La norma les prohibía a los psicólogos ejercer la práctica clínica (incluida la psicoterapia, el psicoanálisis y la prescripción de drogas psicotrópicas) y subordinaba su actividad a la supervisión de los médicos. Posteriormente, en 1978, se dictó en Córdoba la Ley Provincial 6222 (Gobierno de la Provincia de Córdoba, 1978), que en esencia ratificó los términos de la ley nacional 17.132: les prohibió a los psicólogos el ejercicio liberal de la profesión y subordinó sus prácticas a las de los médicos.
[9] Héctor Martínez, actual docente de la carrera de Psicología y ex presidente del Colegio de Psicólogos de Córdoba, ratifica que Murat y Fogliatto no eran psicólogos sino pedagogos, y que ninguno de los dos había estudiado en Argentina: Fogliatto en Estados Unidos y Murat en Italia.
[10] En 1976, la intervención militar en la Facultad de Filosofía de la UNC cerró el ingreso a la Escuela de Psicología. Lo reabrió dos años más tarde, con un cupo de sólo 50 alumnos y con un nuevo plan de estudios, para entonces el tercero de la historia de la carrera (De Georgi, 2008).
[11] Antoine Vergote (1921-2013) fue un sacerdote católico, teólogo, filósofo y psicólogo. Se desempeñó como profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. Sus publicaciones abarcan múltiples disciplinas, incluyendo el psicoanálisis, la hermenéutica, la antropología filosófica y la fenomenología. Ha sido considerado como "la figura más eminente en el campo de la psicología de la religión" y una "figura clave" en los movimientos intelectuales europeos del siglo XX (Esteban Agueda, 2005).
GUÍA DEL SITIO
A. Trabajo Integrador Final
5. Poder político y comunidad académica
5.2. Docentes y corrientes teóricas
5.3. Reacción contra la psicología "yanqui"
5.5. Conflictos entre docentes
5.7. Injerencias explícitas del poder político
5.9. Psicología-perseguida y psicología-perseguidora
5.10. "Educación por demostración"
B. Entrevistas
1. María Cristina Vera de Flachs