5.6. Nivel académico
Varios de los entrevistados dijeron que los enfrentamientos de profesores y de estudiantes, y los frecuentes reemplazos de docentes, programas y contenidos por motivos políticos tendieron a aplanar el nivel de carrera durante el período abordado. Otros, en cambio, sostienen que la calidad académica era buena y se mantuvo estable en esos años.
La opinión acaso más extrema es la de Juan Mocchiutti: "Desde el punto de vista académico, el período 1973-75 fue caos total, el peor en la historia de la carrera. Hubo estudiantes que concluyeron la licenciatura en menos de dos años porque se había eliminado la tesis y se incumplían diversas normas".
Coincidentemente, Edgardo Pérez remarca que durante toda la década del 70 la carrera tuvo "un nivel académico inmensamente inferior al de ahora", al extremo de que era posible "contar con los dedos los buenos profesores". Esa situación, según dice, se agravó a partir de la "derechización" del país y la provincia en 1974, ya que "pusieron profesores de un nivel académico muy bajo, que estaban ahí sólo porque simpatizaban con la derecha peronista".
Livio Grasso opina de manera similar. Sostiene que "la enseñanza era forzosamente mala: muy unilateral, muy psicoanalítica, y con muchos alumnos", y agrega incluso que "el nivel nunca fue bueno: era bajo y presumo que continúa siéndolo". Cosacov agrega que, antes del Golpe de 1976, "la polarización y la ideologización restaban calidad académica", mientras que después, durante el gobierno militar, "el nivel siguió siendo muy chato" y "los profesores eran lamentables" acaso como consecuencia de la censura imperante en esos años. Mocchiutti, en tanto, dice que "la devaluación de la carrera y la falta de claridad conceptual sobre las áreas de la profesión", además de "la agresividad latente en la Facultad", llevaron a muchos jóvenes a abandonar sus estudios en esos años.
Un artículo publicado por La Voz del Interior el 6 de octubre de 1975 tiende a respaldar esos testimonios. Allí se transcribe la opinión de un grupo de estudiantes que denuncian "la caótica situación reinante en la Facultad de Filosofía" y señalan en particular que "varias cátedras carecen del mínimo nivel científico y pedagógico, como ser: Pedagogía, Psicología de la Personalidad, Psicología del Trabajo, Historia de la Psicología, etc.". También afirman que "muchos jefes de trabajos prácticos no tienen los títulos de egresados exigidos por la reglamentación vigente" (La Voz del Interior, 1975c).
Una de las razones por las que aparentemente se deprimió el nivel académico fue la eliminación del requisito de elaborar tesis para finalizar la carrera, como consecuencia de las presiones habituales en la ebullición política de la época.
Héctor Martínez dice al respecto: "Cuando yo empecé la carrera había que aprobar una tesis para poder tener el título de Licenciado en Psicología. Pero nosotros hicimos un movimiento estudiantil en contra de esa exigencia: ya que estaba todo convulsionado, ¿por qué no íbamos a pedir algo? Yo soy egresado sin tesis: terminé de rendir mi última materia y enseguida pedí los papeles para que me dieran el título. El plan anterior y el posterior al nuestro incluyó el requisito de las tesinas: el nuestro no".
Edgardo Pérez detalla que el plan de estudios [de 1969] contemplaba cinco años de cursado y no exigía la elaboración de tesis, por lo que la carrera terminaba insumiendo bastante menos tiempo que ahora. Dice Cristina Vera que "algunos estudiantes de Psicología se recibían prácticamente en dos años", no sólo porque no existía el requisito de las tesis sino también porque "las materias eran cuatrimestrales": recién en 1978 "se reestableció la exigencia de elaborar tesis y las materias pasaron a ser anuales".
Ana Alderete, por su parte, reconoce que "el plan 1969 eliminó la exigencia del trabajo final, pero no fue tan diferente al plan anterior" y además "incorporó materias como Psicología Profunda I (que era básicamente Psicoanálisis) y Psicología Profunda II (que era existencialismo), y dio más espacio a la Psicología Social". Según Alderete, "el nivel cayó recién en la dictadura".
Martínez, en tanto, recuerda que el debate en torno a las tesis se extendió hasta bien entrada la década del 80: "Cuando se reformó el plan de estudios en 1986 me opuse totalmente a la exigencia de hacer tesis para poder recibirse. Dije que eso no daba ninguna garantía de ser mejor psicólogo... Varios colegas me miraban mal cuando yo les recordaba que ellos mismos se habían recibido sin tesis. Recuerdo que una profesora decía que las tesis eran útiles para que los alumnos 'cerraran' su formación, y yo le contestaba que para mí no cerraban nada. Además, si hago una tesis sobre, por ejemplo, el embarazo psicológico y después me ofrecen un trabajo de orientación vocacional en una escuela, ¿de qué me sirvió el embarazo psicológico?".
Angélica Dávila, por su parte, niega que el nivel académico haya sido deficiente en el período 1973-76 pero acepta que "por ahí pasaba un cuatrimestre sin que se pudiera cursar alguna materia, porque echábamos a algún docente y había que esperar hasta que se pusieran de acuerdo para nombrar a otro". Carmen Stábile, en tanto, admite que por entonces había algunos docentes de nivel "regular", pero muchos otros "excelentes" y formados por los autores de las bibliografías básicas.
GUÍA DEL SITIO
A. Trabajo Integrador Final
5. Poder político y comunidad académica
5.2. Docentes y corrientes teóricas
5.3. Reacción contra la psicología "yanqui"
5.5. Conflictos entre docentes
5.7. Injerencias explícitas del poder político
5.9. Psicología-perseguida y psicología-perseguidora
5.10. "Educación por demostración"
B. Entrevistas
1. María Cristina Vera de Flachs